Nace en Bogotá Colombia, sus padres se trasladan a vivir a Moniquirá  Boyacá, un pueblo que queda a tres horas de la capital, donde la influencia de su abuela materna marca el rumbo de su vida. Las tradiciones de su cultura Muisca, el campo y sobre todo las labores de la finca dedicada a la ganadería y el cultivo, forjan su pasión por la naturaleza, sus gentes, los animales y el paisaje.

Desde muy joven muestra sus habilidades por el dibujo y la pintura.  Se gradúa como maestra en Bellas Artes por La Universidad Jorge Tadeo Lozano en Bogotá a la vez que recibe formación técnica en la Academia de Artes Guerrero.  Por aquellos tiempos Colombia está marcada por la violencia del narcotráfico y conflictos armados; una situación extrema que marca el carácter de su obra y de sus gentes.  Se refugia en su trabajo siendo de las pocas pintoras paisajistas de su generación que utiliza el paisaje como forma de evasión al drama social que vive su país. Su pintura es la ventana abierta a un camino de paz, exuberancia, reflexión y belleza que convierte la naturaleza de su país en sensaciones de color y luz; un homenaje constante como sello de identidad colombiana.

Su trabajo arduo y constante en el tema paisajístico le hacen merecedora de acceder con escasos 20 años al VII Salón Regional de Artistas, un certamen que le abrió las puertas a premios nacionales como el Salón Nacional de Arte Universitario Faber Castell, V Salón de Arte Joven en el Planetario Distrital y representar a Boyacá en el Salón de Artistas Nacionales en el XXV Festival Internacional de la Cultura.

Sus inquietudes intelectuales ponen rumbo a España dejando un país desolado por la crisis económica y social.  Llega a Valladolid en 1998 donde descubre una región pacífica y segura, términos hasta entonces desconocidos para ella ya que la violencia vivida en su país ha marcado su vida.  La luz de Castilla y León cautiva sus sentidos por la simplicidad y la transformación constante de sus paisajes.  De altas montañas a eternos valles que se pierden en el infinito horizonte, hacen de su obra todo un reto de color, forma y espacio. 

 Realiza estudios de doctorado en Educación Europea, Máster en Museología y numerosos congresos y simposios que la llevan a desarrollar su carrera profesional como coordinadora del Master en Museología e impartir clase en la Universidad de Valladolid.  Con su espíritu emprendedor desarrolla trabajos y obras dedicadas al desarrollo de los territorios a través de productos y servicios basados en la cultura, el patrimonio, el turismo y la educación en países como España, Francia, Perú, México y Colombia.

Durante los últimos años ha desarrollado un trabajo que pretende captar expresiones humanas e íntimas. Su obra muestra historias vividas, robadas o prestadas que cautivan y nos conmueven.  Emociones no solo personales, sino también de las personas que le rodean, consciente de un mundo cada vez más individual y con emociones a flor de piel.  La artista nos muestra un mundo de superación personal, pequeños momentos individuales plasmados con trazos llenos de fuerza que centran la atención del espectador en la expresión de los protagonistas.

En su obra no solo aparecen escenas que muestran la esencia humana, también trabaja motivos de animales que forman parte de su acervo cultural como el caballo y el toro en el campo.  Animales que cobran especial importancia al conocer el ecosistema en el que viven y el intenso trabajo de sus gentes.  En tiempos marcados por el Covid-19, la artista profundiza en una obra integradora, sin fronteras con un sello personal sencillo y emotivo.